Un viaje hacia las raíces del estilo tribal
Esta nota es la continuación de Parte I: ¿De dónde viene el estilo fusión tribal? Aquí haremos un recorrido hacia las raíces del estilo tribal empezando con los aportes de Masha Archer y atravesando el legado de Jamila Salimpour para llegar a las bailarinas originarias de principios del siglo XIX.
Parte II: un viaje hacia las raíces del estilo
Las raíces del estilo: de Masha Archer a Carolena Nericcio
Masha Archer, alumna de Jamila y maestra de Carolena, fue el nexo entre los estilos clasicos de danza del vientre y el ATS®. Y, quizás, la primera fusionista.
Ella unificó danzas y vestuarios de distintos orígenes creando una estética completamente nueva. Incorporó elementos de fantasia y amplió el repertorio musical.
Una de sus mayores ocupaciones consistió en empoderar a las bailarinas y lograr la valoración de la danza del vientre como una forma de arte.
Masha consideraba que el medio en que se desenvolvía la danza del vientre le quitaba a la bailarina su poder. La necesidad de cautivar la atención del público, las propinas, el vestuario «desvestido», la desvaloración de las bailarinas en las contrataciones, el espíritu competitivo, etc.
Con tal enfoque, se podría decir que Masha sembró la semilla de lo que posteriormente se convertiría en el American Tribal Style®. Un grupo de baile donde el soporte y la atención estuvieran fijados en los integrantes del mismo y no en exterior. Sin esperar el aplauso y refuerzo de la audiencia.
Fragmento de capítulo “New directions” del libro “Serpent of the Nile” de Wendy Buonaventura, 1989.
Masha buscó fortalecer la imagen de la bailarina e insistió en que era la artista y no la audiencia quien tenía el poder.
En esta búsqueda alcanzó un estilo en el que los
movimientos absortos, lentos e hipnóticos son un perfecto reflejo de aquellas descripciones del siglo XIX que inspiraron el registro escrito de la danza egipcia
Fragmento de capítulo “New directions” del libro “Serpent of the Nile” de Wendy Buonaventura, 1989.
El American Tribal Style® Bellydance es comunidad, es colaboración, es improvisación en grupo.
Además de la técnica y estética, el ATS® nos nutre con su historia de empoderamiento y de unión femenina.
Aprender a improvisar en grupo es aprender a controlar nuestras emociones, a ver y comprender el entorno. A despertar nuestros sentidos para volvernos más perceptivas y receptivas.
Comprender a nuestras compañeras, convertirnos en mejores comunicadoras. Conectar con la música para ser capaces de nadar en ella con la mente completamente libre.
La propuesta a través de la Formación Lady Blue es revalorizar esa esencia que consideramos tan importante como la técnica, las emociones o la creatividad. ¡Es el alma del estilo tribal!
El legado de Jamila Salimpour
Masha Archer estudio por algunos años con Jamila Salimpour, una enorme referente de la danza del vientre en los EEUU.
Cuando Rachel Brice vió Gypsy Moor Dancers se encontró con un estilo que tenía mucho de tribal. Por la música campesina, por los tatuajes faciales, la joyería tribal, los vestuarios típicos, movimientos con sabor a folklore, presentaciones grupales, etc.
Ese estilo estaba vinculado al legado a Jamila Salimpour. Jamila fue una de las grandes influencias de la danza del vientre en los EEUU desde los años 60’s.
Bal Anat, el grupo dirigido por Jamila, brindaba un espectáculo que remontaba al imaginario de las antiguas bailarinas egipcias. Jamila creó un espectáculo ecléctico que no pretendía ceñirse con rigor a ninguna tradición.
Las bailarinas originarias: un encuentro con las raíces del estilo tribal
En nuestro viaje a las raíces del estilo tribal llegamos a las bailarinas de fines del siglo XIX, principios del siglo XX. Se trata del germen que dio origen a todo y cuya historia muchas veces queda en la oscuridad. Mujeres, muchas de ellas anónimas o poco conocidas, que bailaron para ganarse la vida. Que atravesaron el océano persiguiendo un sueño y se pararon ante la mirada de multitudes cautivando corazones con la cadencia de sus caderas.
Leé más en esta nota sobre la llegada de la danza del vientre a los EEUU